21.5.03

En busca de la biodiversidad

Marco R. es una persona de agobiante elocuencia. En apariencia es un hombre cultivado, aunque que su interes principal parece ser sofocar cualquier atisbo de silencio que sea capaz de detectar en cualquier lugar en que se halle.

Coincidimos ayer por casualidad en la casa de un amigo común. También estaba presente un famoso "danzante de tijeras".

Sin duda, este Marco tiene expectativas muy homogenizantes respecto a sus projimos ya que, aunque poco nos conocia ni a mi, ni al danzante, se puso a hablar repentinamente de una manera muy descalificadora -en realidad, ferozmente injuriosa-de los miembros del partido aprista, antiguo partido politico peruano que actualmente lidera la oposicion al gobierno.

Sucede que yo soy una persona APRISTA, asi que me parecio razonable ponerlo en su conocimiento ya que se trataba de insultos muy violentos. Sin duda era justo informarle que sus asperas expresiones me involucraban. Le dije que soy aprista, y el buen Marco R. rio de buena gana, penso que estaba bromeando y continuo insultando a "los apristas".

Tampoco estaba en sus calculos que el danzante de tijeras fuera un aprista (en realidad nunca supimos si lo era). El hecho es que, en principio, el suponia que en la casa del antiguo izquierdista donde nos encontrabamos no cabia la posibilidad de que se produjese "un aprista"; y en segundo lugar, poco le importaba que el danzante o yo pudieramos serlo.

Tengo que decir, sin embargo, que estoy convencido de que el tal Marco M. no tenia ninguna intencion en injuriarme y que no es especialmente estupido ni malvado.

Por lo tanto debe haber algo muy malo alrededor de todo esto.